En la órbita existen diferentes tipos de tejidos: nervios, músculos, venas y arterias, tejido glandular y tejido conectivo. También hay células pigmentarias y glóbulos rojos y blancos.
Tumor orbitario primario
Puede surgir de cualquiera de estos tipos de tejidos o células. También debemos tener en cuenta los tejidos que rodean la órbita: huesos de la cara y del cráneo, el cerebro, los senos paranasales y nasales, y los tejidos blandos de la cara.
Tumor orbitario secundario
Cada una de las estructuras mencionadas puede desarrollar un tumor que se extienda dentro de la órbita .También pueden haber metástasis de tumores a distancia. Existe un número casi infinito de procesos que pueden involucrar a la órbita, pero la forma de presentación más frecuente es el ojo saltón (proptosis). Para poder hacer un diagnóstico presuntivo contamos con las imágenes de órbita (tomografía, resonancia) pero en la mayoría de los casos para tener el diagnóstico definitivo debemos recurrir a una cirugía (biopsia).
Tratamiento
El tratamiento dependerá de la causa y es por ellos que el trabajo multidisciplinario entre imagenólogos, anatomopatólogos y los distintos especialistas involucrados según el origen del tumor es fundamental para hacer un buen trabajo.
Tomografía computada que muestra tumor orbitario izquierdo